martes, 21 de marzo de 2017

UN DÍA EN LA VIDA DE LUIS XIV

Un día en la vida de Luis XIV.
“El día del rey comenzaba a las 8 de la mañana, rodeado de cortesanos, médicos, barberos y familiares. Consistía en un gran honor poder acercarle al rey una prenda de ropa con la que iba a vestirse o una palangana con agua para lavarse la cara y las manos. La higiene como la entendemos nosotros era desconocida en la época, tanto entre los ricos como entre los pobres. El baño se usaba más como un medio de curación de ciertas enfermedades que como una medida de higiene. Se dice que Luis XIV se bañó una sola vez en su vida. El rey vestido con zapatos altos, algunos con hebillas de diamantes y peluca, media 26 cm más de altura. Su aspecto era majestuoso y solemne e imponía respeto a los que lo rodeaban.Luego de vestirse el rey tomaba como desayuno dos tasas de caldo y era el momento de hablarle si tenían algo que decirle o pedirle. Posteriormente se dirigía a la capilla a oír la misa. Los cortesanos concurrían a ella como a un espectáculo. Se colocaban de espaldas al altar para contemplar al rey de frente. Finalizada la misa, Luis XIV se dedicaba a sus tareas de gobernante,reuniéndose con el Consejo de Estado o con el Consejo de Finanzas. Trabajaba todos los días salvo los jueves que los ocupaba en asuntos particulares.Terminada la audiencia el rey retornaba a su habitación donde comía solo pero rodeado de cortesanos que permanecían de pie delante de la mesa. El almuerzo consistía de varios platos: sopas, jabalí con ensalada, huevos duros, cordero con salsa cordero con salsa y un plato lleno de dulces y frutas. Para comer utilizaba un cuchillo y los dedos, porque el tenedor era un lujo poco difundido.Las comidas y bebidas ofrecidas al rey eran probadas en su presencia antes que las comiese. Todo ese ritual era lento y largo. El duque de Saint Simón, que vivió en la Corte, en sus memorias decía: “Para servir una copa de vino cortada con agua eran necesarias 3 o 4 personas y 7 u 8 minutos”. Luego de almorzar, se cambiaba de vestimenta y partía de caza o de paseo hasta la cinco de la tarde. Cuando regresaba se cambiaba el traje nuevamente y visitaba a sus favoritas como Madame de Lavallier y Madame deMontespan.De las 19hs a las 22hs, tres veces por semana había “apartamento”, termino con el que se designaban diversiones diversas como juegos, bailes o conciertos acompañados de comidas. Desde 1663, el célebre escritor Moliere representó sus obras de teatro en Versalles, en las que satirizaba las costumbres de la época. La jornada real terminaba con la ceremonia de acostarse”.
CBU 2º Año


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