jueves, 10 de agosto de 2017

EL CARTISMO

ORÍGENES DEL CARTISMO: Hasta 1830 la tendencia preponderante del obrerismo inglés se reducía a mejoras exclusivamente laborales. Hacia esa fecha la miseria de las clases obreras inclinó a los líderes hacia posturas más precisas de reforma política.
La clase obrera se dio cuenta de la necesidad de defender sus intereses mediante un proyecto político propio. En 1831, durante la campaña de reforma electoral, Lovett reclamó el sufragio universal, argumentando que la clase obrera producía toda la riqueza del país y sólo gozaba de una parte ínfima.
En mayo de 1838 un nuevo grupo redacta un documento histórico, la “Carta”, en el que se pide sufragio universal, supresión del certificado de propiedad para ser miembro del Parlamento, inmunidad parlamentaria, circunscripciones electorales iguales. Son peticiones políticas; mientras no haya un cambio en la política, se piensa, no se producirá un cambio social.
En Gran Bretaña donde, por primera vez, el movimiento obrero tomó la iniciativa de organizarse alrededor de un proyecto político, el cartismo. En su configuración tuvo un papel importante la experiencia de los obreros de la Great Trade Union.
La patronal británica despedía y perseguía a sus dirigentes y el sindicato tuvo que pasar a ser casi clandestino. En pocos meses la Great Trade Union se hundió y sólo los obreros cualificados, sin problemas para encontrar trabajo, se mantuvieron en torno al sindicato.
Dentro del movimiento cartista se destaca una tendencia moderada, (Lovett y Owen), que pone al acento en las cuestiones económicas, postulando la organización de cooperativas de producción y la supresión de los intermediarios. En general los líderes más prestigiosos, el periodista irlandés O’Connor y el demócrata O’Brien, se inclinaban por los mítines y huelgas de carácter violento. Lovett recelaba de esta tendencia y postulaba el entendimiento entre las clases trabajadoras y medias.
El primer Congreso cartista, celebrado en Londres 1839, optó de forma decidida por las posturas de fuerza huelga general, algaradas, presiones con todos los medios. Ante tales decisiones, y especialmente la amenaza de huelga general, el gobierno inglés colocó los distritos industriales bajo mando militar, detuvo a los líderes y autoriza la  formación de unidades cívicas armadas.
Tras el fracaso del Congreso se produjo el enfrentamiento entre las tender: a violenta y moderada. Nuevos intentos de presión violentas en 1842 terminaron en fracaso. Los líderes cartistas concluyeron de la experiencia que la clase obrera aislada no  podía conseguir una gran reforma política, y a partir de entonces el obrerismo inglés se une a ciertos sectores de a clases medias para obtener sus reivindicaciones. El cartismo quedó como el primer ensayo de los obreros para unirse en congresos y coordinarse en una disciplina común.


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